Imagina una casa como muchas, pero esta no se ve desde la parte de afuera, al entrar encuentras que es bonita pero común, quienes allí hacen vida le añadieron un parque para los niños y un cartelito que dice: estacionamiento para coches (en Venezuela la palabra coche se usa para las carriolas de los bebes) la silla de miguel puede entrar y estar allí con tranquilidad, luego al entrar escuchas muchos niños jugando, llorando, riendo… la decoración es sencilla, agradable y trasmite paz, hay juguetes para los niños, las personas que están trabajando en ese lugar son muy amables, entran y salen muchos padres con sus hijos de esa casa…
Si alguien juzga por esta descripción pensaría en un club, sala de juegos o cosa parecida, pero no, es un centro médico, modesto, pequeño, acogedor, por la zona residencial donde se encuentra uno puede pensar en que es muy costoso pero esto tampoco es así.
Casi como un sueño ¿sí? Pues sí, allí atienden a Miguel una doctora que es odonto-pediatra con su asistente, ambas son un dulce digo con miguel David, y a él creo que le agradan, poco a poco la doctora ha realizado su trabajo con un cuidado extremo y con mucho respeto hacia la persona de miguelito y de nosotros, su asistente es eficiente, amable, joven y está atenta a las necesidades del trabajo.
Que decir cuando la doctora en medio de su labor con miguel nos habla del pediatra quien es su esposo, el también atendió a miguel y resulto muy acertada su prescripción. En este punto queremos hacer un paréntesis (este pediatra hacia su post grado en el año en el cual miguel nació él estaba en el área de neonatología en la unidad de cuidados intensivos, debo decir que tod@s sus compañer@s de estudio le consultaban, el también en alguna medida atendió a miguel cuando nació y ahora le encontramos por casualidad y queremos que sea su pediatra).
Bueno todo ello lo vemos como obra de Dios quien siempre está mostrándonos su amor y su misericordia, ya sabemos por experiencia que ese lugar donde ahora atienden a Miguel será bendecido con mucho por nuestro señor…
Ah se llama “crecer sanitos” y queda en la ciudad de Maracay… calle Diego De Lozada urb. Andrés Bello frente al colegio diocesano Pablo VI.